Las empresas necesitan la dirección estratégica si de veras quieren conseguir sus objetivos, ya que para conseguir el éxito tienen no solo que adaptarse al medio que las rodea, sino que también han de aprender a ver en los obstáculos oportunidades para mejorar, y nunca un fracaso.
De hecho, la dirección estratégica es el punto más relevante dentro de la dirección empresarial. Los empresarios tienen que tener la capacidad de diseñar estrategias que les permitan conseguir los fines que se hayan propuesto para sus negocios.
No se trata solo de una habilidad, sino que es un ámbito en el que se puede adquirir formación académica. Todo aquel que lo desee puede realizar un máster dirección estratégica, para hacerse con conocimientos sólidos en esta materia.
¿Para qué sirve la dirección estratégica?
La dirección estratégica permite establecer una serie de objetivos, y diseñar una estrategia para lograrlos. Hay que tener siempre presenteslos escenarios que puedan aparecer en el futuro, así como corregir las desviaciones que vayan teniendo lugar.
Esta disciplina tiene un único fin, que es que las empresas puedan conseguir sus metas, dando respuestas para que los empresarios puedan adaptarse a los cambios que se produzcan en su entorno, cada vez más complicado y cambiante.
Las empresas buscan siempre el crecimiento, y el aumento en sus beneficios. Para lo cual hay que crear una estrategia de empresa orientada a conseguir esos fines. Hoy en día, las redes sociales pueden ayudarte a ello. Muchas de las PYMES de nuestro país las utilizan como parte fundamental para la captación de clientes y datos de los mismos que en el futuro les puedan ayudar a convertirlos en ventas. Facebook, o incluso Pinterest son ejemplos perfectos de ellos.
Además, siguiendo con lo anterior, la dirección estratégica define el camino a seguir, estableciendo el trabajo que hay que realizar para lograr los objetivos planteados.
Existe una metodología ofrecida por la dirección estratégica para que los empresarios puedan cumplir con los fines que se han propuesto. Los pasos a seguir serían: realizar un análisis estratégico, crear e implantar estrategias, formular una serie de preguntas sobre la empresa y finalmente, otras tantas que ayudan a dar comienzo al plan de acción. Resulta fundamental tener sobre la mesa todas las respuestas a estas preguntas, para que sea más fácil alcanzar los objetivos.
¿Por dónde hay que empezar en la dirección estratégica?
Si bien la estrategia no constituye una especie de manual de instrucciones, sí funciona como algo así como una guía de las decisiones que se deban tomar en el ámbito de la empresa. Teniendo ya claro el concepto de estrategia, lo siguiente es preguntarse por dónde empezar.
Lo primero es pensar en un horizonte temporal, que puede ser de aproximadamente unos cinco años. Diseñar una estrategia a corto plazo es un error, ya que estas son siempre a largo plazo, flexibles y adaptables al entorno. Además, pretender cumplir los objetivos en poco tiempo no resulta en absoluto realista.
Y después de esto, hay que crear un plan estratégico, que defina el rumbo a seguir por la empresa. Este documento sirve de guía, fijando los criterios generales para establecer objetivos y estrategias.
Este plan estratégico tiene que crear un mapa de pasos y acciones necesarias para que el empresario pueda alcanzar su visión. Resulta fundamental conseguir la participación y el acuerdo de la mayor parte de personas implicadas, de forma que todas ellas puedan aportar valor.